El 18 de marzo, en la octava reunión de la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS), en Vanuatu, se aprobó la primera medida de manejo y conservación para el calamar gigante o pota, capturado en aguas internacionales. Es un primer logro, relevante para el manejo sostenible de este importante recurso, del cual el Perú es responsable de alrededor del 50% de su extracción mundial. 15 países, incluido el nuestro, aprobaron por unanimidad dicha medida propuesta por la Unión Europea.
La disposición establece que las embarcaciones que operen en alta mar del Pacífico sur, deberán utilizar sistemas de monitoreo satelital, así como ser parte del registro oficial de embarcaciones de la OROP-PS. Los países tendrán que contribuir, tanto a la generación de mejores registros pesqueros cuanto a la colecta de muestras biológicas, para apoyar la investigación que garantice la sostenibilidad de este fascinante cefalópodo. También se establece un sistema de observadores, a bordo de las naves que operen en áreas regidas por la organización.
Dichos aspectos configuran un reto pendiente ante la Comunidad Internacional y para estar a la altura él, tenemos hasta el 1 de enero de 2021, fecha en que entrará en vigencia la medida. Este plazo nos lleva a reflexionar sobre si nuestra actividad, tal como se encuentra en la actualidad, cumple con lo requerido y si no fuera así, sobre qué es lo que debemos hacer en poco más de nueve meses para lograr el objetivo.
Una necesidad pendiente, es la actualización del Reglamento de Ordenamiento de la Pesquería (ROP) de la pota, que desconoce que esta actividad ha sido desarrollada exclusivamente por barcos artesanales; por lo que corresponde que sea la única flota autorizada para extraer pota en el Mar de Grau. Cualquier proyecto de naves de mayor dimensión, debería dirigir su esfuerzo a la alta mar. Asimismo, el ámbito de aplicación del reglamento limita la extracción a nuestras aguas jurisdiccionales cuando, en los hechos, las embarcaciones también van a capturar calamar gigante a aguas distantes fuera del dominio marítimo de Perú, ya que se trata de un recurso transzonal y así lo debe reflejar nuestra normativa.
Otra debilidad del sistema de gestión de esta pesquería, está relacionada con la falta de efectividad para conducir los procesos de formalización, que se establecieron en años anteriores por el Estado peruano. Aquellos, debieron concluir hace mucho y tienen que terminar en un plazo breve de manera efectiva, para acabar con la informalidad en el sector. Sin duda, se trata de un desafío que enfrentaremos todos, en el que a PRODUCE le corresponde ejercer liderazgo.
Esta pesquería emplea a más de 105 mil peruanos y es generadora de importantes ingresos por exportaciones. En 2019 fueron 860 millones de dólares. Asimismo, es fuente de proteína de bajo precio y se posiciona como uno de los recursos más consumidos en el país, aportando alrededor de 50 millones de kilogramos anuales de alimento a nuestra población.
Como podemos ver, la pota nos da mucho y es de esperar que, a cambio, se termine el proceso de formalización y se actualice el marco regulatorio. De las dos acciones depende que el manejo sea promotor de esta pesquería, así como que se ajuste a nuestros compromisos internacionales, y a la visión de país, para garantizar la extracción sostenible del principal recurso estratégico para el consumo humano del Perú. Tenemos sobre la mesa un gran reto, llega la hora cero.
Alfonso Miranda Eyzaguirre
Ex Viceministro de Pesquería
Fuente: Diario Expreso. Fecha de publicación: 14/03/2020. Enlace: https://www.expreso.com.pe/opinion/alfonso-miranda-eyzaguirre/pota-hora-cero/?fbclid=IwAR36En0QCay3seGUmkLywIVFXNXqKyPYvA9mZm3wwhCQdDGO3e32SqJEgTk
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